Seguir el plan de Dios es una medicina preventiva. Está en la Biblia, Éxodo 15:26, "Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador".
La adoración a Dios nos trae inmunidad a las enfermedades. Está en la Biblia, Éxodo 23:25, "Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti".
Jesús tiene el poder para sanar. Está en la Biblia, Mateo 4:23-24, "Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó".
La curación viene del Señor. Está en la Biblia, Jeremías 17:14, "Sáname, Oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza".
Para experimentar la curación de las enfermedades siga el plan de Dios. Está en la Biblia, Santiago 5:14-16, "¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor le levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho".
En el cielo no habrá enfermedad. Está en la Biblia, Isaías 33:24, "No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad".